CASA FAISANES II

El lago vuelve a ser el factor más importante que integra la naturaleza circundante con un lenguaje arquitectónico contemporáneo y sobrio. El acceso principal se distingue por una placa perforada, independiente del volumen de la casa y revestida en piedra, que delimita visualmente el área de estacionamiento y refuerza el carácter introspectivo del proyecto.

La composición volumétrica recurre a formas geométricas puras y líneas limpias, generando una estética atemporal que remite a una arquitectura de estilo brutalista suavizado, con énfasis en la masa, la sombra y la proporción.

El diseño se orienta hacia el jardín posterior, aislando la vivienda del ruido urbano y abriéndola hacia el paisaje natural. En esta zona se encuentra la alberca, con un muro de cristal templado que enmarca la conexión directa con el lago. Una sala exterior en bajo relieve permite al usuario situarse a la altura del espejo de agua, reforzando la sensación de integración. Del lado opuesto, un jardín en desnivel desciende sutilmente hasta encontrarse con la cota del lago.

Los materiales empleados —madera, piedra y vegetación local— equilibran la solidez de la arquitectura con una atmósfera fresca y habitable, que enfatiza la reducción del impacto ambiental. Más allá de enmarcar la vista, el proyecto busca ofrecer una experiencia sensorial y contemplativa desde cada rincón de la casa, así como crear espacios más confortables que mejoren la calidad de vida al utilizar la innovación sostenible.